viernes, 1 de agosto de 2014

PENSAR POR NUESTRA CUENTA II


Repensemos a los grandes autores.  Vayamos a ellos con simpatía; y entonces la crítica – fuere cual fuere – madurará sola.
 
Podemos repensar sus pensamientos; pero nunca reinventarlos todos. Esta es una dificultad que nos pone la brevedad de la vida.
 
Así y todo – aunque parezca paradoja – pensar por uno mismo es un deber. Toda nuestra dignidad de hombres, dice Pascal, reside en el pensamiento. ¿No se nos ha enseñado durante milenios que somos animales racionales?
 
Más preciso aún: piensa lo que piensas. Reflexiona.
 
Tal actitud no es inconciliable con los requerimientos muchísimas veces urgentes de la acción.  Al contrario, los atempera; imposibilita  a los fanatismos; nos impide encapsularnos en una originalidad vanidosa y estéril.
 
Intentemos pensar por nosotros mismos.

 

                                                                                       Ramón Menanteau Benítez

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